Observar el estado de las cosas, disolvernos para ser un cuerpo colectivo, mimetizarnos y formar parte de un ecosistema. Unir un punto con otro, pero también todo lo que pasa por el camino.

La artista Anna Irina Russell plantea, en este taller familiar, un espacio común desde el juego y la experimentación construyendo unas estructuras temporales, unas extensiones de nuestro cuerpo que nos ayudarán a llevar a cabo una importante misión dentro de la Fundació Joan Miró.

La actividad se enmarca en el ciclo de laboratorios, un espacio de experimentación en torno a cuestiones vinculadas a la exposición Amigos imaginarios. El ciclo comprende cuatro actividades participativas, conducidas por artistas e investigadores locales, que versan sobre la imaginación en algunos de nuestros entornos más cercanos: el museo, el espejo, el libro